lunes, 11 de mayo de 2020

EXPERICUENTO: ARQUÍMEDES Y EL ANILLO DE LA PRINCESA

¡Hola!
Sí, habéis leído bien: no dice cuento, ni experimento...
¡dice expericuento! (porque es las dos cosas).
Os envío el vídeo grabado; y luego, el texto con las ilustraciones 
(lo he inventado yo, espero que os guste).


Había una vez, hace mucho tiempo, en un país muy lejano, una princesa muy guapa que vivía en un castillo al lado de un estanque.
Paseando, un día la princesa llegó al borde del estanque y allí encontró a una rana.
- Hola, rana, ¿eres un príncipe encantado?
- No, no soy un príncipe, soy una princesa encantada.
- Y, si te doy un beso, ¿recobrarás tu forma humana y te
convertirás de nuevo en princesa?
- No, los besos funcionan con los sapos, pero yo soy una rana, y no me vale el beso. Para que vuelva a ser una princesa, tienes que hacer otra cosa: un experimento.
- ¿Qué experimento?
- Tienes que llenar tu copa del amor con agua del estanque. Después, mete en la copa tu anillo y déjalo toda la noche. Por la mañana, saca el anillo y trae el agua de nuevo al estanque. Entonces me convertiré en princesa.
- ¡Eso es muy fácil!
- Sí, parece fácil, pero debes tener cuidado de no derramar ni una sola gota de agua de la copa cuando saques el anillo, porque, si eso ocurriera, yo seguiría siendo una rana.


La princesa fue a buscar su copa del amor, la llenó con agua del estanque y metió su anillo dentro. Por la mañana, al sacar el anillo de la copa...¡imaginaos lo que ocurrió!
(Y, ahora, el experimento, probad vosotr@s a ver qué ocurre: llenáis una copa con agua, aunque también vale un vaso; y, si no tenéis un anillo, podéis meter otra cosa que se pueda mojar sin estropearse).
La princesa llevó el agua al estanque. Allí estaba la rana, que seguía siendo rana.
Repitió el experimento a la noche siguiente. Y otra vez a la noche siguiente... Y otra vez...Y otra.... Y siempre ocurría lo mismo.
Entonces. decidió llamar a un amigo para que la ayudara.
En una casa cercana al castillo vivía Arquímedes. Cuando el mensajero de la princesa fue a buscarlo, Arquímedes se estaba bañando. Salió rápidamente de la bañera, se vistió y se fue al castillo.
La princesa le contó su problema, repitió el experimento con el anillo y la copa del amor, y entonces Arquímedes le explicó lo que pasaba.
- Mira- le dijo Arquímedes- A mí me pasó lo mismo en la bañera. Como estaba llena de agua, cuando yo me metí, se derramó un montón de agua en el suelo. Lo mismo te ha pasado a ti al meter la mano en la copa para coger el anillo.
A la noche siguiente, la princesa volvió a coger agua del estanque, volvió a meter su anillo en la copa  y lo dejó toda la noche.
Por la mañana, la princesa sacó el anillo de la copa, y esta vez no derramó ni una sola gota de agua. Volvió al estanque y comprobó, maravillada, que la rana se había convertido en...otra princesa.
(Continuad el experimento: seguid probando, a ver qué tenéis que hacer para sacar el anillo, o lo que sea, de la copa o del vaso sin derramar ni una gota de agua).
Las dos princesas se hicieron amigas, luego se hicieron novias, y después se casaron.
Y colorín, colorado...¡este expericuento se ha acabado!
Y, si os ha gustado, os propongo otros cuatro experimentos, todos con agua (no olvidéis hacerlos con la ayuda y la supervisión de los mayores de la casa).
¡Que os divirtáis ! Y, si queréis, enviadme fotos o vídeos de vuestros experimentos a mi dirección de correo en el blog:
aulagatos.mh@gmail.com
Un abrazo muy fuerte.
Feli

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